Saben? Soy drogadicta! Esta si que es una gran confesión, no? Para algunos sonara estúpido, pero para otros no y menos para mi , y en este Blog es eso lo que cuenta, así que lee...
Consumo droga y desde pequeña, pero de un tipo solamente. Pero lo mejor de todo es que no es ilícita. La MÚSICA. Esa droga que te tele-transporta a momentos y situaciones, que aflora sentimientos encontrados y también los que aun no has descubierto, hasta antes apretar ese botón que enuncia el comienzo de una canción; ‘play’.
Me inicie en el tema cuando tenía aproximadamente nueve años. Cuando pase a cuarto básico tuve mi primer órgano. Creo que fue el mejor regalo en mi etapa de pequeña. El mejor regalo que me trajo ese hombre de edad con barba blanca vestido de rojo.! Era un ‘Casio’, yo lo vi y para mi era como una especie de planeta nuevo, con muchos botones de colores y una increíble corrida larga de unos pequeños cuadritos blancos y negros. Una maravilla.! Como en todo ámbito; tuve que aprender antes de elevarme! Pero no me costó mucho, incluso casi nada! Me cambié de colegio y para mi profesor de música yo era como una esponja que captaba todo lo que en blancas y negras se traducía. Tenía mucha ductilidad y aprendía rápido. En ese entonces ya tenía como once años y sentía que el piano ya no me satisfacía, necesitaba un estupefaciente de mayor rango alucinógeno. Intente con la guitarra. En ese entonces las 6 cuerdas no se afiataron a mi, pero ahora logre tener una mejor empatía con estas. Pero en ese momento siento que fui un real fracaso!
Hasta que un día. Un hombre con mucha fé en mi, me enseño el mejor narcótico y siento que quizás pensó que tendría empatía con este. Me paso un aparato de básicamente madera con conexiones eléctricas interiores que en unión de un cable se activaban a una pequeña caja que amplificaba el sonido de una manera… mmmm al principio para nada armónica, pero con el tiempo cada vez mejor. Este instrumento se llamaba bajo eléctrico.
A veces es miedo lo que me recorre al saber que quizás el próximo año o el que sigue entre a la educación superior y no tenga el tiempo , menos del que tengo ahora, para dedicarle a la música, a mi droga, a mi adicción implacable, a ese conjunto de notas que me hace sentir felicidad , pena, angustia y catarsis. Es algo tan complementario y único para cada uno del los seres que pisan este extraño mundo.! ¿ o me negaras que no sientes apatía cuando escuchas aquella canción i te acuerdas de aquella persona ? ¿ o que cuando oyes esa otra canción se te hace palpable aquel momento y vuelves a escucharla una y otra vez solo para volver ?
¿Por qué siempre a la hora de hacer un acto siempre buscan una canción adecuada para este? ¿Y porqué siempre al momento de buscarla la encuentran? Pienso que hay una melodía para cada momento i un momento para cada melodía.
Apreto ‘On’. Selecciono la pista, apreto play, corre el primer segundo y siento que los pelos de mi brazos se erizan, una sonrisa instantánea se dibuja en mi rostro y en el momento del coro unas ganas inmensas de seguir al músico me recorren desde la punta de mi pie derecho hasta el ultimo pelo que se encuentra en mi distorsionada cabeza. Y ridículamente, para el resto, me interno en un mundo en donde únicamente gobiernan los audífonos Panasonic y mi ser, donde las ondas que recorren esos delgados alambres de cobre cubiertos por una capa de plástico se vuelven protagonistas y llegan a mis oídos provocando esa dulce sensación adictiva y placentera.!
A mi darme una pila triple AAA es como darle un gramo de cocaína a esa individua que se encuentra en aquel pilar apoyada viviendo una realidad, realidad que en una aspirada se transforma en adrenalina pura y en una gran gamma de colores perceptibles solo para los que aman la música!